miércoles, 20 de junio de 2012

Otro humedal está en peligro

El humedal bahía de Panamá no es la única área natural de importancia internacional en peligro. También está el humedal San San-Pond Sak, en la provincia de Bocas del Toro.

 

Un informe de la Convención Ramsar advierte que el humedal San San-Pond Sak, a lo largo de casi todo su perímetro, es afectado por la presión que ejercen actividades humanas, sobre todo bananeras, precaristas, ecoturismo no sustentable y contaminación. El documento destaca que otro factor es la construcción de represas aguas arriba, que causarán modificaciones en las características ecológicas del sitio. San San-Pond Sak como bahía de Panamá son dos de los humedales que preocupan a Ramsar. De este hecho dio cuenta una misión de la convención, formada por la consultora Monserrat Carbonell y la consejera para las Américas de la agrupación, María Rivera. Al respecto, ese equipo internacional planteó que los cambios en las características ecológicas de ambos humedales tienen repercusiones más allá de su efecto sobre la biodiversidad, ya que sus funciones y servicios (filtradores del agua, protección contra tormentas y fuerte oleaje y reservorio de agua), afectan a la salud humana y causan pérdidas materiales (viviendas, cultivos). San San-Pond Sak cuenta con 16 mil 414 hectáreas de extensión y fue incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional de la Convención de Ramsar, el 9 de junio de 1993. Esa zona natural constituye una de las más importantes de América Central para el manatí y las poblaciones de tortugas verde, carey y baula. No obstante, hay tres represas que impactan directamente el sitio, y las plantaciones bananeras que se iniciaron hace más de 100 años bordean todo el límite sur del sitio Ramsar, sin existir una zona de amortiguamiento. Por otra parte, los expertos sostienen que en Bocas del Toro se construyen proyectos turísticos que amenazan la integridad de los ecosistemas y las características ecológicas del área, especialmente los que se encuentran en Boca del Drago. Esas obras implican la edificación de hoteles, una marina, un centro comercial, residencias y restaurantes de alto nivel, destaca el informe. En ese sentido, Ramsar recomendó una zonificación del uso del suelo dentro del sitio, relacionado con el uso restringido, científico, turismo de bajo impacto, pesca, ganadería y transporte. El director del Centro de Incidencia Ambiental, Félix Wing, considera que los planteamientos de Ramsar están bien sustentados. “No estamos siendo responsables con este sitio”, manifestó Wing sobre el humedal. Para el ambientalista, todas las recomendaciones de esta convención hay que tomarlas en cuenta, de lo contrario, San San-Pond Sak perderá muchos de sus recursos naturales. En tanto, Iván Chávez, administrador regional en Bocas del Toro de la Autoridad Nacional del Ambiente, reconoció que hay partes del humedal en mal estado, pero indicó que trabajan para recuperarlo. “Junto con otras organizaciones estamos protegiendo el sitio. Nosotros queremos recuperar los ecosistemas marinos, ya que se trata de zonas de mucha importancia para el país”, acotó.

 PANAMÁ Y SUS SITIOS EN LA CONVENCIÓN RAMSAR

 Panamá se hizo signataria de la Convención Ramsar mediante la Ley 6 del 3 de enero de 1989 y cuenta con cinco sitios Ramsar o humedales de importancia internacional: la parte este de la bahía de Panamá en la ciudad (2003), el golfo de Montijo en Veraguas (1990), San San-Pond Sak en Bocas del Toro (1993), Punta Patiño en Darién (1993) y Damani Guariviara en la comarca Ngäbe Buglé (2004). De estos cinco sitios, que cubren un total de 159 mil 903 hectáreas, la bahía de Panamá y San San-Pond Sak son los que han disparado las alarmas en la Convención Ramsar por su actual condición. Al respecto del humedal de la bahía de Panamá, el Consejo Municipal suspendió esta semana la discusión del acuerdo que buscaba frenar todo proyecto que atentara contra la vida de las personas y el medio ambiente. Ohigginis Arcia Jaramillo

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